Reseñas



JOSÉ LUIS MORANTE

HABITAR LA HUIDA

Ánforas
Goya Gutiérrez
Devenir, Madrid, 2009

     Los antiguos pobladores del mar mediterráneo convirtieron el ánfora en arte, buscando el equilibrio entre su utilidad práctica y su simetría formal y emplearon el recipiente para depositar materias primas. Goya Gutiérrez (Zaragoza, 1954), autora hasta la fecha de cuatro libros de poemas como frutos de un trayecto iniciado en 1995 con Regresar, recurre a un sustantivo de alto valor simbólico para dar título a un poemario que lleva como pórtico citas de Baudelaire, Saint John Perse y Antonio Gamoneda.
     El libro se inicia con una composición metaliteraria sobre la alquimia de las palabras y sobre su capacidad para trenzar significados. El poema es un espacio de posibilidad, un capullo en estado larval que asegura el despliegue de la amariposa.
     Para que encarne el sentido en la palabra el yo poemático desaparece como referente y la escritura se torna reflexión, explora las tierras baldías de los significados para que germinen en ella metáforas e imágenes. De ese modo se justifica, como se ha dicho, el vacío del ánfora; en su oquedad podemos dar cabida a una semántica en la que el sujeto verbal adquiera nueva identidad.
     La fluencia de imágenes confía en lo sugerido; el diálogo con el lector no es descriptivo sino que acumula periodos verbales para que el interlocutor vislumbre los mensajes ocultos, la capacidad para nombrar lo que escapa a los sentidos vigilantes; lo sensorial es sólo una manera de acercarse a la superficie. La palabra aparece como núcleo germinativo de la composición: "Las palabras son panes que se amasan de nuevo/ con esa levadura del día/ Para mostrar las cosas los seres sus carencias/ de mi a tu otro tacto/ Transformándolas al calor que las dore".
     Otro subtema del poemario es el discurrir, la conciencia de una fugacidad que impregna lo vivido. Cada destino individual completa un itinerario, recorre un fragmento vital que se enmarca entre una estación de salida y un punto de llegada; ese devenir es un modo de habitar la huida porque en todo trayecto son inevitables los virajes y las contradicciones.
     Clausura Ánforas un conjunto de poemas agrupado bajo el epígrafe "En el regreso" que muestra una notable coherencia interna. Algunos referentes culturales recuerdan al Ulises de J. Joyce y a su protagonista, a ese clima de levedad e irracionalismo donde se suman pasos en un laberinto urbano sin desvelar nunca el sencillo secreto de las cosas, grabando imágenes como huellas de un tiempo que debe perdurar en la memoria.
     Los poemas de Goya Gutiérrez tienden a la fragmentación, los versos se despliegan como hebras en las que se van entrelazando variantes significativas que tienen en ocasiones una disposición visual. Los espacios en blanco ralentizan el discurso y pautan el ritmo de cadencia versal. Lo mismo sucede con la puntuación: el punto desaparece como pauta conclusiva y en cambio la mayúscula sugiere un nuevo arranque. Con esa materia verbal Ánforas se define como una propuesta irracionalista que confía en el lenguaje y en su sensibilidad para convocar al otro.