Publicaciones - Y a pesar de la niebla

Los poemas de este libro dicen lo que sucede en las poderosas zonas del ánimo o del rechazo, hablan de la superación a través del asombro, de la memoria o del amor, y en ocasiones se convierten en duelo pero también en celebración. Son pequeñas instantáneas del esfuerzo de supervivencia ante los naufragios de la existencia que incluyen también la recuperación de la memoria individual del pasado, con especial incidencia en la infancia, y el hecho de afrontar el futuro con el misterio y la fuerza de la poesía

La escritura se convierte así en un gesto de resistencia al intentar expresar las imágenes de luz y esplendor de la naturaleza, y del amor y la compasión como lenitivo frente al mal, la finitud o el absurdo.

Presentaciones:

          Barcelona - 4/6/2018

Reseñas y comentarios

Catálogo en in-VERSO ediciones de poesía

Lo bello es ese comienzo de lo terrible
que los humanos podemos todavía soportar.

RAINER MARIA RILKE



Primera edición: abril de 2018

© Goya Gutiérrez, 2018
© de esta edición, In-Verso ediciones de poesía, 2018
www.inversopoesia.com

ISBN: 9788494736247

Belleza, líbrala de la ira y del odio, señálale el camino de las calles estrechas,
tortuosas, de puertas transparentes y engañosas, que no tienen salida,
enséñale las manos que no hieren, las que mezclan con otras las esferas que tejen,
como ella las tejía en el manto de las constelaciones de su falda en las horas del día,
y en la noche alguien las descosía propagando un reguero de chispas e hilos negros.

Belleza, ablanda el corazón, los ojos de los ciegos que mirando no ven esa escalera
que sube a tu buhardilla, en donde guardas las venas de la luz y sus crepúsculos,
esos que brotan, que se ciernen azulados, violetas sobre el preludio de una música
de rojizos tejados, mar que se alza, espigas las agujas, torres de catedrales y de iglesias.

Belleza, no dejes que al amigo y a la amiga del alma su rostro y su cuerpo les resulte
invisible, que extiendan sobre su espíritu las sábanas de la tediosa indiferencia,
que se convierta en hiel la dulzura de todas las colmenas que juntos cimentaron.

Belleza, dale la serenidad de los dorados trigos, el canto matinal de los pájaros,
no pongas en sus ojos espejismos, prejuicios que perturben la suavidad perfilada de tus dunas.
Déjala entrar en los confines de tus colores, en el dédalo de la gruta de tus palabras.

Belleza, ofrécele la miel de tus entrañas con que sanar al animal herido de sus miedos,
libérala del olvido de sí misma.

Y a pesar de la niebla que ha velado los ojos, que ha apagado los labios,
se oyen temblar en la otra orilla las notas de un violín puliendo el aire,
llenando el fondo hueco de mí misma, abriéndome los párpados,
diciéndome los soles y los cauces que esperan palpitando entre tus manos,
y yo me ofrezco sin volver la cabeza, la traspaso, riego los verdes frutos cargados de promesas,
aguardo a mi vendimia, me exprimiré, fermentaré en tu cuerpo, seremos
la placidez del vino en el invierno, nos beberéis dichosos, habiendo nosotros ya bebido
una lluvia muy clara que lave de su sombra a las cenizas.