EPÍLOGO
SILENCIOSO y presente arde el Ocaso
Pensar que hubiera podido ser distinto
es otra forma de aumentar el dolor
cuando ya es tarde para sumergirse
en el sueño que nos ha abandonado
y nos sigue llamando desde lejos
Enséñame Vida a adentrarme
en la grieta profunda de tus constelaciones
cuando llegue la hora de partir
Saber el lugar que has de ocupar
en el umbral de ese gran viaje
es estar en paz consigo y con tu mundo
antes de haber ardido antes de ser
bálsamo de cenizas y de limo
en el aire en el agua en la tierra
ante el fuego
Y entonces
Por la repetición del circular
transcurso de las cosas
¿será otra vez la espera?
Los soles y las lunas que en su luz se anegan
Los Números de un Tiempo inaprehensibles
El hueco revirtiendo
y entonces:
Quizás nuestro adentro esté ya afuera
del libro inédito “Hacia lo abierto”
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