Nada nos pertenece

Revista Cuadernos del Matemático (Getafe, Madrid), nº 47, 1-12-2011.

Poema "Nada nos pertenece"

NADA NOS PERTENECE

A mi hija Lara

I

Me hablas de la existencia
y de la inexistencia en que a veces te sumes
De las cosas y los seres ausentes
de sus rostros que en nosotros perduran
De esa belleza antigua
que de los estimados anida en la memoria
o en el hueco secreto de la estatua
Un día nuestra vida es una imagen
que camina hacia alguna perfección
y es humano no secundar la meta
Queda el gesto de estancia y de proyecto
su intensidad lumínica
La voluntad que acrisoló colores
O fue forma detenida del flujo temporal
que sedujo a la mano
para que lo labrase perdurable
y unos ojos pudieran reconocer en ella
otro semblante amado y fugitivo

II

Te hablo de la belleza
con que nos adentramos en los pocos
La muerte explosionada de una estrella
y su renacimiento en los áureos hilos
con los que nos trenzamos al amor
para unirnos y estar en equilibrio
sobre las finas hebras invisibles
que cruzan y traspasan
nuestra propia materia

III

Te hablo de las luciérnagas
brillantes pobladoras de la noche
Ínfimas criaturas
que quizás también temen la negrura
igual que tú el olvido
del instante feliz que devino dolor
Pero ellas no desisten en su luminiscencia
Quieren ser fecundadas
Apostar por la vida como si el sufrimiento
no hubiera sido nunca la barrera
que entorpeciera el flujo de su especie

IV

Te hablo de este prodigio
De este espléndido cuadro viviente que es el orbe
De su magia de que estemos en él
De tantos seres que acumula nuestro ser interior
De tantas alas que en tantas ocasiones nos protegen
nos alzan para no tropezar y deslizarnos
por las infinitesimales oquedades
que habitan invisibles los espacios
en que diariamente nos batimos

V

Te hablo de la belleza de la erupción
Del visceral arrojo del vómito de fuego
La herida de la tierra y su supuración
La doliente belleza incandescente
Lo que arde arrasa y con furia destruye
La ceniza preñada por la lluvia
La gestación del limo de la vida
La ciénaga del páramo convertida en vergel

VI

Me hablas del sinsentido
que empuña las tijeras recordando
que sea cual sea el hilo argumental
la intriga el sacrificio o la auténtica
entrega de los protagonistas
el final de este film es siempre el mismo:
un túnel sin salida una puerta tapiada
Y sin embargo siempre el espectador es libre
de quebrar esa imagen de ver otro horizonte

VII

Me hablas de la injusticia
Del azar imposible de poder prevenir
De la falta en la naturaleza de una ley ejemplar
que castigue o que premie solo a quien lo merezca

VIII

Te hablo de los seres minúsculos
De su brote un instante y desaparición
Del diminuto arbusto de la sed de los otros
interiores desiertos
De la espiga que fue decapitada
De las vidas rastrojo
De las incomparables mariposas
en su primer aletear
de su fusión en un único vuelo
De frágiles carámbanos rizándose
a la luz que los derramará
De los niños que nunca crecerán
De los que arrancarán la primera inocencia
De tantos otros seres que no saben
ni conocen su belleza y su límite
y en cambio como orfebres constantes
de ese remoto oficio
engarzan los sutiles eslabones
a una antigua cadena universal

IX

¿Es esto injusticia?
¿Y acaso esta no habita en el mismo venero
de todo cuanto brota?
¿La más grave injusticia no es aquella
cuya consciencia puede cuyos ojos escrutan
y sigue persistiendo?
Esa y no otra debía de ser la verdadera causa
la que nos arrojó del oval paraíso
Y desde entonces a veces olvidamos que
nada nos pertenece