YIN
Poetas aragonesas 1960-2010.
Edición, selección y presentación a cargo de Ángel Guinda
Introducción: Ignacio Escuín Borau
OLIFANTE Ediciones de poesía
Zaragoza 2010
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Goya Gutiérrez Lanero, Cabolafuente (Zaragoza), 1954. Es licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Barcelona. Ha sido profesora de instituto, impartiendo la asignatura de Lengua y Literatura castellana. Actualmente reside en Castelldefels (Barcelona). Desde el año 2003 es coeditora y directora de la revista literaria Alga. Como difusora cultural ha coordinado durante tres años un ciclo de lecturas y tertulia poéticas en Barcelona (http://poesia-nostromo.blogspot.com). Sus trabajos críticos y poemas han sido publicados en distintos diarios especializados y revistas nacionales e internacionales. Su obra poética está recogida en una decena de antologías y libros colectivos, como por ejemplo "Antología poética El poder del cuerpo" (Editorial Castalia, Madrid 2009). Hasta la fecha le han sido editados los siguientes libros de poesía: Regresar (Barcelona, Bauma Cuadernos de Poesía, 1995), De mares y espumas (Barcelona, La mano en el cajón, 2001), La mirada y el viaje (Vic, Emboscall, 2004), El cantar de las amantes (Vic, Emboscall, 2006) y Ánforas (Madrid, Devenir, 2009). Tiene inédito el poemario Hacia lo abierto.
Para más información ver: www.telefonica.net/web2/goya-gutierrez
Poética
La poesía ha sido y es para mí un importante hallazgo muy lento y progresivo en el tiempo. En estos momentos la poesía es una necesidad vital. En algún lugar he escrito que es un refugio, un espacio dulce que aún nos queda, frente a la monotonía, la estupidez, el tedio o el mercantilismo de este mundo. La escritura poética contiene una reminiscencia de ese sentido mágico-sagrado que tuvieron las primeras manifestaciones del arte en general para el ser primitivo. Ella es capaz de concentrar en sí misma la semilla de lo racional e irracional. Y versa sobre ese conocimiento intuitivo de las cosas que se va acumulando y subyace en el inconsciente del ser humano, como bien demostró Carl Jung. Pero es en el artista o en el poeta en donde se produce lo que Baudelaire llamaba el momento de la gracia. El instante revelador de esa amalgama de realidades, algunas aún desconocidas e incomprensibles por parte del mismo creador, y que dependiendo de la forma como se las transforme o transmute a través de la palabra, surgirá otra realidad poética, distinta e intransferible en cada poeta.
A partir pues de esas primeras manifestaciones poéticas que la memoria ha destilado, en el caso de la poesía, procede un trabajo de fina artesanía con las palabras, intentando racionalizar lo irracional que las imágenes albergan y engarzándolas a la música por la que vienen amparadas.
La-el poeta como el escritor es heredero del bagaje de contenidos histórico universales, de la poesía y de la literatura, y es consciente de que no hay nada nuevo bajo el sol. Por ese motivo es precisamente el ritmo particular e intransferible con el que cada poeta logra impregnar su escritura, lo que lo-la distingue, y lo que proporciona el sentido sensorial al contenido del poema.
Goya Gutiérrez Lanero
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