Antologías

Radical 3. Promarex edicions, Barcelona 2024

Edición de Jaime D. Parra

Por ella he caminado más allá de la lúcida sombra

a la infinita arena, inmensa, oscilante, aterradora,

a la pureza de la línea cúspide inestable,

a las ondas trenzadas,

esculturas del aire en tránsito perpetuo.

Por ella he caminado en ascenso a su arqueado lomo,

sobre la fortaleza de sus patas certeras

hollando con sus abrasadores pasos un camino

que pronto el viento arrasa y borra,

solo la permanente brújula

de la antigua estrella que anida en la mirada del errante.

El temblor de un silencio augural transporta la esperanza

de la mujer que aguarda al esposo envuelto

en azulado lienzo

que enreda entre sutiles pero tenaces hilos la furia

de los rayos.

No hay demonios tentando a los humanos o a los dioses

sino la búsqueda, vislumbre de horizontes

que se ocultan tras el espejismo,

o alguna arborescente planta desde su raíz árida

anunciando la nada o el enigma,

a los lejos puede surgir un muro, barrera para un alma tullida

con ansias de avanzar en la diáspora hacia el fresco rocío

amparo de tu rostro.

La noche es una tregua sobre la hoguera que ahuyenta

las alucinaciones

y las vierte en el intenso cuenco del ensueño.

Y cómo expresar para ti la brasa del amanecer,

su mar de sangre y oro,

terrible alumbramiento que congrega el despertar,

la conciencia que apresa,

sus cenizas ardientes derramadas, ahogadas en los pozos

de la suficiencia,

recorrer la hondonada carencia para que surja el frutecer

y sus colmados jugos,

y palacios de las mil y una noches que por amor se elevan

sobre infieles cimientos,

y la esfinge que leal con sus zarpas de siglos flanquea

la puerta hacia lo eterno

donde reina la muerte que quiso renacer de sus despojos

a la áurea plenitud.

Con ella yo regreso mientras te ofrezco un trozo

de mi océano

que en el hueco del libro caracola se cifra,

acumula y resuena, tú me dejas

tus ojos interiores.

Del libro "Pozo pródigo", Olifante, 2022