Antología
Un árbol de otro mundo
En Homenaje a Antonio Gamoneda
Vaso Roto Ediciones
España-México 2011
A Antonio Gamoneda
Y no pude resistir la perfección del silencio
Ojos de soledad novicia de la infancia
Párpados descorriendo los visillos de seda:
Hábitos que cubrían las finas cristaleras
que velaban la sombra y sus silencios
Retumbaron aquellos cascos verdes y sus negros
tricornios rompieron los acordes
de los hilos del arpa del ángel que aún dormía
con las alas plegadas en su sueño
Y quedaron impresas en el blanco papel
de la mirada en el pozo profundo
del recuerdo hebras de sangre derramada
como rojas serpientes que en la tierna memoria
construyeron su lecho
Durante mucho tiempo no acudieron
a rescatar su pecho ni paloma del llanto
ni los veloces pájaros del día
que cantando extendían su apretado silencio
Pero llegó la hora cárdena del parto:
la alborada del día
Y labios destellantes se abrieron
rasgando la espesura
Y pájaros azules absorbieron
el ritmo universal de la placenta
Desplegaron su canto
Se internaron con el pico de fuego en sus oídos
y ocuparon el gran nido del áspid
Entonces emergieron hacia fuera sus alas
negras de la belleza del más hermoso cisne
buceando en el lago interior de sí mismo
para encontrar los nombres de las múltiples caras
de un espejo poliédrico que llaman la verdad:
Y no pude resistir la perfección del silencio
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